Comunicación: 29-7-2006
Lugar: Barcelona (Montigalá)
Los lugares a los que vais a trabajar, son lugares de encuentro con nosotros, pero no es esa la finalidad de vuestra misión. Hay lugares en la tierra que vibran en una cuarta dimensión de conciencia. Vosotros debéis identificar, recibir y sentir de qué conclaves se tratan. Una vez en ellos, vuestra prioridad, no es la de ir a nuestra búsqueda, sino, la de expandir la energía que sólo se halla en tan especiales ubicaciones, para que sea el mundo entero quién la reciba, pues ésa misma energía que vosotros irradiéis, será la que como un rayo revelador, caiga sobre la tierra en el día del Anrrom. Con vuestro trabajo conciente y anticipado, aceptáis vuestro papel como trabajadores planetarios, y creáis una cúpula de protección y una vibración idónea para que todas las conciencias que pueblan vuestro mundo y todos los cuerpos físicos que las albergan, acepten adecuadamente la reconexión con la fuente original, alejándolos de posibles traumas y evitando que vuestras mentes se desestabilicen.
Nosotros os ayudamos, hemos guiado vuestros pasos hasta aquí, y os acompañaremos hacia los siguientes que deis, siempre y cuando la misión sea para un bien general. Hablamos con vosotros a cada intuición, a cada sueño consciente que conseguís experimentar, sin embargo, todo depende del funcionamiento y la estimulación que le hayáis dado a las herramientas que os fueron una vez entregadas como tesoros personales, claves individuales. Sin el cuidado y el recuerdo diario de éstos, nada entonces se podrá canalizar. Es por éste motivo, que nos repetimos en tantas comunicaciones, haciéndoos recordar que debéis volver a utilizar lo que ya se os ha dado, pero con una previa conciencia y una mejorada constancia. Ésas son las llaves que abren nuestras puertas.
Es momento de irradiación, momento de unión y de trabajar en el recuerdo pasado para recibir vuestro presente futuro. Vuestro mundo, está sufriendo las sacudidas de la inconciencia y de la ignorancia general, vuestro planeta está pagando vuestros errores humanos, el karma planetario se está cobrando el daño causado. Debéis veros reflejados también en los que han causado el caos, porque de la humanidad ha sido la responsabilidad y la complicidad de haber dejado que unos pocos hayan llegado hasta donde lo han hecho. Irradiarlos a ellos, y estar preparados para una posible redención que vendrá en el día de la luz. Ése día, perdonad.
Mientras tanto, nosotros os damos aliento y os animamos a seguir en contacto, incluso cuando apenas haya luz que ilumine vuestro camino. Os animamos a rectificar cada paso mal dado, ésta vez sin pausas, y a conquistar los objetivos comunes y concretos, en milenios antes ya dados. Vuestro objetivo es la Paz mundial y la instauración de los días blancos. Para ellos, trabajad grupalmente, y visualizad y trasladar soles que sirvan de faros y focos en todos aquellos lugares de crisis y de dolor, para guiar a los que se han perdido. Llenadlos con vuestra fuerza y también con vuestro perdón.
La guerra se desatará, la naturaleza sufrirá, pero nunca serán tan graves sus efectos, mientras vosotros, los que estáis despiertos, trabajáis para el Plan, y permanecéis unidos en una conciencia y en una colaboración Universal. Sólo cuando el niño vestido de blanco alce la mano en señal de protesta, la guerra cesará definitivamente.
Hoy más que nunca, esperamos el contacto con una humanidad curiosa, que sale a los lugares a los que han sido llamados, pues es donde recogen y constatan nuestra presencia y nuestra invitación a otros objetivos, unos objetivos que al ser alcanzados, en todo caso deberán dar respuestas a porqué estamos nosotros allí, entregando nuestro aliento.
Venimos tiempo repitiendo que es importante que trabajéis con el sonido, pues vibra y hace que vibre todo alrededor. No es casualidad que en todos los lugares donde nos encontramos, hayan historias de músicos y poetas que han sido invitados a cruzar el umbral, donde la música siempre suena. Seguid con vuestras intuiciones, que las claves vibratorias las estamos haciendo sonar a vuestro alrededor. Pronto, quién esté dispuesto a ver, verá, y quién esté dispuesto a oír, oirá.
La red de conciencia planetaria debe ser consolidada. No desfallezcáis, estamos con vosotros.