LOS CRISTALES DE CESIO

LOS CRISTALES DE CESIO

Segundo grado de iniciación Rahma.

Los Cristales de Cesio son antenas catalizadoras colaboradoras de nuestros sutiles mecanismos de recepción de energías.  Actúan como coladores de las radiaciones Cósmicas que en la actualidad llegan con mayor fuerza y menor oposición.

La finalidad de estas dos pirámides es como ya todos sabemos la de dotar a todos los miembros de la Misión de protectores de la Luz Violeta Cósmica mediante el mejor aprovechamiento de la misma. Esta luz como recordaremos se desprende del Sol Central de la Galaxia llamado Sol Manásico.

Para un buen aprovechamiento de la luz violeta hay que mantener el cuerpo libre de impurezas y toxinas así como de estimulantes.  También será recomendable una dieta balanceada naturista y una purificación continua  a través de una gimnasia psicofísica.

Los Cristales de Cesio pueden recibirse  en grupos o a solas, ya sea durante una salida en el campo o hasta en el interior de una casa, puede ser esta recepción consiente o inconsciente, voluntaria o involuntaria, en vigilia o en sueños.

Y los Cristales los proyectan los Guías  siempre desde una nave que se encuentra en las cercanías  ya sea esta evidentemente visible o no.

Ya recibidos los Cristales pueden ser apreciados a simple vista en las manos de las personas que están en actitud de recepción primeramente como unos conos luminosos y a veces aparecen también en la forma de resplandores en las manos, como piedritas redondas que aparecen y esgrimen sus puntas piramidales algo trasparentes  y azulinas otras veces. Las sensaciones entonces son múltiples, ya sea de peso en las palmas de las manos de quemazón como el hielo seco u otra sensación.

La luz violeta es aprovechada y canalizada a través de los Cristales que se integran en el pecho una vez que son recibidos cruzando nuestros brazos a la altura del esternón.

Siempre la mano izquierda encima de la derecha simbolizando y representando que lo primero que ofrecemos al cambio es lo que somos y que el encuentro interno y  a solas con uno mismo nos permitirá desarrollar la parte oculta olvidada y dejada de lado.

Los Cristales piramidales tienden a desaparecer una vez estrechados los brazos contra nuestro cuerpo. Una vez que se integran tienden a formar en nuestro interior la estrella de seis puntas, símbolo del equilibrio cósmico y del Cristo Interno. Durante los tres primeros meses de recibidos estos cristales se reafirman dentro de  nuestro cuerpo o se pierden a través de la orina no pudiendo volver a recibirse.

Se pierden después por llevar una vida inadecuada o al defraudarnos a nosotros mismos.  Mientras dura la reafirmación nuestro cuerpo necesita una dieta rica en vitamina B12, por lo que podemos encontrarla en mamey, cacao, alcachofas, plátanos y huevos entre otros.